El libro de Pennac “Mal de escuela” a pesar de mi poca
afición a la lectura, no me ha resultado una tarea difícil tanto de leer como
de entender, gracias a las numerosas historietas que nos cuenta el autor y con
las que me siento identificado completamente, ya que todos hemos pasado por esa
etapa. La lectura me ha llevado a darme cuenta del importantísimo papel que
supone desempeñar el trabajo de profesor. En mi trayecto como estudiante he
conocido muchos profesores (como cualquier estudiante) pero no todos han sabido
serlo. Con este “lo” quiero referirme al papel principal que debe desempeñar
cualquier docente, y este no es otro que bajarte de la nube y volverte a sentar
en la silla. Como dice Pennac en la fabulosa frase “su silla es un trampolín
que les lanza fuera de ella, eso si no se duermen.” Y es que eso es lo que pasa al desempeñar el
trabajo de docente sin mucha implicación, que nada más comenzar la primera
clase de la mañana las mentes de los alumnos salen volando por la ventana dejando
unas cabezas vacías que asienten ante la mirada del profesor.
El trabajo de profesor es un trabajo como cualquier otro,
pero mucho más arriesgado. Es muy muy complicado abrirle los ojos a un
estudiante que no tiene motivación por sacar una asignatura adelante, pero ese
es su “nuestro” deber, al igual que el deber de un mecánico es poner correctamente
las ruedas de un coche sin peligro de que se salga una mientras circula, pero
en el caso del docente el peligro está en la educación de cada alumno y
desgraciadamente esto no tiene unas consecuencias tan “a la vista” como en el caso
del mecánico. Y sin embargo, ¿a que cambiarias de mecánico si al ir conduciendo
ves como una de las ruedas de tu coche te adelanta por un lateral? Lamentablemente
esto no se puede hacer en el caso del docente porque te tacharían de zoquete...
Por eso, haciendo referencia a las palabras de Pennac,
la única solución es ser optimistas.
Con la entrada anterior supiste dejar claro que más vale una imagen que mil palabras. Con esta, podemos decir, que unas pocass palabras nos pueden hacer reflexionar mucho. La comparación profesor/mecánico es crucial para entender hacia donde pueden llegar lo "coches" de un buen o mal profesor. Si el profesor pone las ruedas en su sitio, los coches seguiran su camino sin dificultad, sin ser una carga ni un estorbo en la carretera. Pero si el profesor, se deja algun tornillo suelto, aunque sea de un solo coche, la carretera puede no ser como debería de ser. Con esta metáfora quiero dar a entender, que el trabajo del profesor es tan importante que tiene consecuencias a nivel de la sociedad global.
ResponderEliminarInteresante comentario, muy bien planteado y argumentado! Has sido capaz de darle sentido a la lectura, y seguro que también puedes hacerlo a los temas que trabajamos en clase o los que aportan tus compañeros. Por qué no lo haces más a menudo? En general, ¿estás satisfecho de tu seguimiento hasta ahora? Si la respuesta es "no", ¿qué vas a hacer al respecto? El blog de la asignatura y en la "Comunidad EdMov" te pueden dar ideas.
ResponderEliminarBuena comparación, aunque no es cierto que ¿cuándo nos enfrentamos a cualquier profesional exigimos de este que nos dé la mejor atención?, ya sea el mecánico que nos arregla el coche o el médico que nos arregla el cuerpo. Lo cierto es que hay profesiones en que es más fácil medir la eficacia del profesional que en otras, como es el caso de la educación ¿Cómo medimos la eficacia del profesor? ¿Por el número de aprobados o el de suspensos? o simplemente no se mide... creo que da para una entrada ¿Alguien se anima?
ResponderEliminar